Por suerte la moda de ir bronceada está empezando a pasar y ahora lo que se lleva es lucir el tono de piel natural sin ningún tipo de complejo.
Las chicas de piel blanca siempre han tenido muchísimos complejos en verano. ¿Y qué hacían para evitar estos complejos? Pues caían en el error de tostarse al sol con poca protección. ¡Esto es muy perjudicial y peligrosos para la piel!
Lo primero que debes saber si tienes la piel muy blanca es que no conseguiras nunca tener un bronceado como el de las modelos que salen en las revistas. Las pieles blancas se queman y enrojecen, pero nunca consiguen broncearse.
Sin embargo, las pieles blancas también pueden disfrutar del sol, eso sí, tienen que tener mucho cuidado.
Protección solar: es importantísimo que no olvidéis nunca poneros protección solar, por lo menos, de un factor de protección 15. Los protectores deben aplicarse 30 minutos antes de la exposición al sol y deben renovarse frecuentemente (cada hora o después de meternos en el agua).
Y los cuidados no solo se limitan al verano y al sol. Las pieles claritas suelen ser sensibles a determinados productos de belleza, así que hay que estar atentas ante reacciones alérgicas o irritaciones.
Si tienes la piel clarita y con tendencia grasa vuestros poros serán más visibles, así que la higiene facial tendrá que ser habitual y exhaustiva en vuestras rutinas de belleza. Recuerda que tendras que exfoliar el rostro una vez a la semana para eliminar las impurezas en profundidad.
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